Junkie Culture

el viaje del mago

Toda final es especial: nervios, ilusión, el público, los amigos, la familia, el jurado... Decían los Grimm, en una versión primigenia de su cuento Rumplestiltskin, que "además de bonita, era capaz de convertir la paja en oro hilándola con una rueca". Y Eva, transmutada en princesa y envuelta de una luz especial que le confería el color vivo de su vestido, fue hilvanando melodías y convirtiendo en metal precioso lo que, finalmente, se materializó en un justo premio.

No son muchos los argumentos de peso de que disponemos para concluir que la actuación de SirAngel fuese magistral, pero su carácter novedoso, su originalidad y su puesta en escena, no dejaron indiferente a nadie. No vimos un directo contundente, sí algo flojo, pero es ahí –en lo anterior- donde radica el porqué apreciamos lo que, a base de trabajo, puede dar muy buenos resultados a medio plazo. Se lee en alguna crónica, y cito textualmente, que lo de SirAngel es “metal lírico, en la onda de Nightwish o Within Temptation […] composiciones originales de elaboradas melodías que cuentan con la asombrosa voz de Eva Páez, soprano de dulces tesituras que cautivó a todos los asistentes, público y participantes”. En primer lugar, calibrar el potencial de Eva Páez a primera vista no es nada aventurado, pero sí el establecer un límite académico en la clasificación de su voz (que podría situarse en un valor intermedio, al ser éste mucho más flexible a la hora de determinar la cota que puede alcanzar) o una aproximación al género musical (preferimos englobar al grupo en un estilo propio, cercano al metal gótico, pero que bebe de muchas y variadas fuentes, como veremos a continuación).

Como el buen vino, su voz tiene cuerpo, dulzón a veces, áspero en otras ocasiones (nos remitiremos a otros trabajos que hemos escuchado, no solamente a la actuación del domingo). Es una voz muy plástica, llena de matices, pero también consciente de sus limitaciones, y un gran potencial incluso dramático (aunque a veces dio la sensación de caer en una interpretación demasiado lineal, con aspectos poco trabajados para el directo). Según Eva, "la formación está funcionando desde hace apenas unos meses, y para mí era la primera vez que me subía a un escenario". Ella misma ha reconocido que, en algún momento, se fue de tono, aunque "mis compañeros estuvieron increíbles y en los ensayos nos salía mejor", algo comprensible, si tenemos en cuenta que el certamen estaba dirigido a grupos no profesionales, independientemente de su formación y experiencia musical. Su lineup actual lo componen José Manuel Barbado (guitarra), Antonio Blázquez (bajo), Raúl Flores (teclados), Alberto Camacho (batería) y Palma García (coros), nueva incorporación pensada en un principio para acompañar a Eva en el directo, aunque ya formaba parte del grupo con anterioridad.

Lo mejor de SirAngel durante el festival ha sido su puesta en escena, la muy cuidada ambientación y la idea de difuminar un poco el estilo al que nos tienen acostumbrados otras bandas con las que se les compara, lo cual puede ser favorable o una clara e intencionada desventaja, según se mire, que les situaría a la altura de formaciones con una tradición musical difícilmente superable. Según nos refiere Eva, “yo entré hace muy poco en la formación y no tenía ningún tipo de experiencia como cantante de este estilo. La idea era que el festival nos sirviera como rodaje, para ver qué tal me desenvolvía con la banda, aprovechando la oportunidad de tocar en un escenario tan grande y con tantos medios". Pero también hay que citar problemas de afinación y de cierta compostura para no convertir al bajo o al teclado, por ejemplo, en elementos meramente accesorios y sin una mayor implicación instrumental, a lo que habría que añadir la desidia de los técnicos de sonido, que hicieron mucho más palpables estos errores.


Al margen de todo ello, también se han empezado a escuchar las primeras críticas sobre la calidad de alguno de sus miembros o sobre la decisión del jurado de otorgar el premio a un grupo de Pinto. Desde aquí pensamos que lo de ser el municipio anfitrión no es ninguna excusa para valorar con objetividad la calidad de las actuaciones, y solo en este punto, en la elección del ganador, podemos estar de acuerdo, aunque con un criterio diferente. HispaRock se nos aparece como aquella inmensa habitación repleta de paja en que los grupos despliegan su mejor arte y solo SirAngel, en esta noche, es capaz de abrir el hueco por el que la música tiene sentido. Entra en escena el estrafalario enano que, reclamando su recompensa, habla de plazos, de nombres extraños, de vagas promesas. Y la hija del molinero, ahora convertida en princesa, toma conciencia de que por las mentiras de su padre se ha visto envuelta en este entuerto, en las tan difíciles trampas para abrirse paso en la música y, en definitiva, para ser libre. Este carácter universal, accesible a todo el mundo, bien común y al mismo tiempo intimista de la música, nos lleva a una consideración más purista si cabe. SirAngel debe llegar no sólo al incondicional que se da cita en este tipo de eventos, sino también al público más selecto, en defensa del metal gótico que se le atribuye.

Y cuenta con medios para ello: por un lado, la trayectoria de su guitarrista, habitual en estos lares y conocedor de ese otro viejo duende que pulula entre bambalinas; y por otro, el excelente background de Eva Páez, al que queremos dedicar un pequeño espacio en esta entrada. Encontramos ciertos valores que la sitúan en una tesitura cómoda y versátil, (aun cuando pudimos verla en una amplitud tonal algo forzada durante el tema Rumplestiltskin), si bien le falta vibrato y alargar un poco más las notas para las exigencias de este estilo.

En cambio, Eva se atreve con el dance y el hard trance, y hasta con el japonés y la chanson française (alejándonos un poco del tema que nos ocupa, recomiendo encarecidamente visitar su página web: http://www.evapaez.es/, donde puede encontrarse una gran variedad de temas, algunos muy bien producidos, que dejan constancia de su voz en estudio, y una magnífica versión de Night and day, popularizada en su día por Frank Sinatra e interpretada posteriormente por numerosos artistas de jazz), pequeños defectos que dotan de una gran profesionalidad a su trabajo.

Y ello con la madurez necesaria para transportarnos de manera inquietante hacia Arabian Nights, Take me over o el éxito de la gran final, Rumplestiltskin, que debe su nombre a un personaje literario de la tradición alemana incorporado posteriormente por los hermanos Grimm (El Tremotino italiano o nuestro Enano Saltarín), que no hay que confundir con el que aparece en la novela de John Katzenback, El psicoanalista (autor también de The Traveler y residente en Boston, mi segunda casa, donde es considerado toda una celebridad). En resumen, nuestra más sincera enhorabuena por este triunfo que, esperamos, tenga solución de continuidad.

A modo de cierre, creemos muy acertada la inclusión de una segunda voz que enriquezca la personalidad escénica de Eva Páez (tanto para el directo, como para grabaciones en estudio, a pesar de no ser éste un aspecto estrictamente necesario), así como la búsqueda de nuevos músicos y tendencias (un segundo guitarrista, ajustes en la base rítmica e instrumental, depuración artística, etc.).


Se nos ocurre, igualmente, un par de versiones estupendas adaptadas al estilo de SirAngel, ideales para el timbre y la tesitura de Eva (y, de esta forma, también se observaría cómo se desenvuelve con el falsete), que, evidentemente, por razones profesionales, son meramente orientativas y negociables en el futuro.

El camino emprendido por el grupo albergará la respuesta y confiamos en que este primer éxito no sea sino el punto de partida de una apuesta firme, de un proyecto por el que SirAngel se comprometa a aceptar los nuevos retos aprovechando su singularidad y concretando sus objetivos dentro de un panorama musical en el que actualmente existen bandas con una mejor definición.






(texto y fotos: javier gallego)
Rumplestiltskin: North Coast Repertory Theatre . San Diego, CA.

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